Historia clínica etiológica
Adicionalmente a las pruebas complementarias, la historia clínica sigue siendo muy importante ya que nos puede guiar hacia ciertas etiologías y así poder añadir o solicitar pruebas complementarias a las realizadas inicialmente. Como parte de la historia clínica, se recomienda averiguar los siguientes aspectos:
- Historia familiar
- Edad de aparición de los síntomas
- Antecedente de infección: sarampión, tos ferina, adenovirus, micobacterias
- Susceptibilidad a infecciones: otitis, sinusitis, meningitis, neumonías de repetición, diarreas, etc.
- Enfermedades asociadas: intestinales (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn), sistémicas (artritis reumatoide, lupus, Sjögren, etc.), asma, EPOC
- Inhalación de tóxicos
- Aspiración: reflujo gastroesofágico, disfagia
- Factores de riesgo de inmunodeficiencia secundaria: VIH, quimioterapia, trasplante, neoplasia hematológica
- Pancreatitis recurrente
- Clínica de hiperreactividad bronquial
- Rinosinusitis, alteración del olfato
- Exploración física: uñas amarillas