¿En qué consiste la detección precoz de cáncer de pulmón?
Detectar el cáncer de pulmón en sus etapas iniciales, cuando aún es incipiente y por lo tanto curable, mediante la realización periódica de pruebas de imagen, para conseguir un aumento de la supervivencia global. Estos programas de detección deben mitigar la aparición de falsos positivos, lesiones sospechosas de cáncer que finalmente resultan benignas, para evitar en la medida de lo posible la realización de procedimientos diagnósticos invasivos innecesarios.
Actualmente, los programas de cribado de cáncer de pulmón consiguen limitar este tipo de intervenciones limitándolas a un 10% del total de nódulos operados, siendo malignos el 90% de los intervenidos, según información del Dr. Seijo.
En las últimas décadas, se han llevado a cabo distintas investigaciones destinadas a demostrar el beneficio y la eficacia de aplicar estos programas de cribado de cáncer de pulmón en personas con riesgo de desarrollarlo, fundamentalmente fumadores y exfumadores de cierta edad.
La detección precoz del cáncer de pulmón mediante TC de baja dosis ha demostrado lograr una importante reducción de la mortalidad por cáncer de pulmón. El estudio norteamericano NLST, demostró que el cribado de cáncer de pulmón reduce la mortalidad global en un 6,7%, mientras que los estudios europeos, el MILD y el NELSON, demostraron que el cribado consigue reducir la mortalidad por esta patología, incluso llegando a disminuir la mortalidad global en un 20% tras 10 años de seguimiento. El beneficio es mayor en las mujeres que a menudo padecen cáncer de pulmón antes y con menos carga tabáquica acumulada.