Cuidar el medio ambiente es cuidar nuestra salud

La sociedad es consciente que si no cuidamos el medio ambiente: el aire que respiramos, los ríos, las montañas, los campos, los mares… se malbaratan las fuentes de recursos naturales y se deteriora el hábitat, pero hay algo más en juego: la salud.

Inspiramos alrededor de 2.800 veces por día y en cada inspiración, además de oxígeno y nitrógeno gaseosos, nuestros pulmones inhalan otras sustancias y partículas procedentes de la contaminación de automóviles, industrias, construcción y otras fuentes relacionadas con la actividad humana. Estos contaminantes comprometen la calidad del aire y tienen efectos nocivos tanto para el medio ambiente como para la salud.

Respirar aire contaminado ocasiona distintos problemas de salud tanto de forma aguda como a largo plazo, especialmente enfermedades que afectan al aparato respiratorio y al sistema cardiovascular. Los individuos de mayor riesgo son los ancianos, los niños, los pacientes asmáticos y los que padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Cada año la contaminación del aire provoca graves problemas de salud y muertes. Solo en 2017 hubo 4,9 millones de muertes en todo el mundo debido a la contaminación del aire. Se trata de un problema global que precisa soluciones globales y trabajo conjunto de distintos sectores para aplicar algunas medidas: reducción de la contaminación atmosférica dentro y fuera de los hogares, limitar el uso de combustibles contaminantes (cocina y calefacciones..), aumentar zonas verdes y espacios seguros para los peatones, reducir las emisiones de vehículos y ampliar el transporte público e informar y educar a la población